Conductores son obligados a pagar sanciones que no cometieron.

La falta de controles en la imposición de multas, a cargo de la Entidad Metropolitana Reguladora de Transporte y Tránsito (Emetra) ha obligado a decenas de conductores a pagar infracciones de tránsito que no cometieron.

Los afectados se dieron cuenta de lo que consideran una “estafa” al tramitar la calcomanía de circulación de vehículos. Unos tenían pendiente el pago de sumas exorbitantes en parquímetros, cobros por la destrucción de semáforos y había a quienes les aparecían remisiones cometidas con el mismo carro, el mismo día y a la misma hora, pero en diferentes sitios de la ciudad.

Luis Ramos*, de 40 años, fue uno de los afectados. El lunes recién pasado, cuando se disponía a pagar el impuesto de circulación 2006, le advirtieron que tenía una deuda de Q2 mil. Ramos sabía que tenía pendiente el pago de una sanción por Q300, pero desconocía que lo habían multado por no pagar Q1 mil 700 en parquímetros. Como no llevaba el dinero para finiquitar la cantidad en ese momento, y se suponía que era el último para obtener sin remisión la calcomanía, aceptó un convenio de pago por el 60 por ciento del monto total de la infracción. El hombre desconocía que antes podía haber solicitado las fotos de cuándo su vehículo recibió las multas. Se enteró ayer, y descubrió que era su automóvil, aunque no logró identificar los lugares donde fue sancionado. Al final apeló en el Juzgado de Tránsito, y su caso está pendiente de resolución. Espera resolver la situación antes de que nuevamente se venza el plazo para obtener la calcomanía de su automóvil, el mes que viene.

Multas simultáneas Otro caso es el de MiguelZamora*, de 33 años, quien se enteró también el lunes que había sido multado dos veces el mismo día, a la misma hora, pero en zonas diferentes. Hace un mes, la Policía Municipal de Tránsito (PMT) le impuso una pena de Q250 por pasarse un semáforo en rojo. El 31 de julio, cuando intentó pagarla en la alcaldía, le dijeron que tenía un pago pendiente por haber destruido un semáforo. Zamora pidió al empleado que lo atendió que le explicara cómo su vehículo podía haber estado en dos lugares al mismo tiempo; las boletas indicaban que lo habían sancionado en la zona 10 y 12, pero no recibió respuesta. Desde entonces, intenta resolver el problema, ya que no está dispuesto a pagar por algo que no hizo. *Nombre ficticio

Análisis: Revisión a controles de multas Amanda Morán, directora del Centro de Estudios Urbanos y Regionales (CEUR), recomendó a la comuna capitalina que, para evitar que se repita el descontento de la última semana relativo a los conductores que tuvieron que pagar multas de tránsito supuestamente no cometidas, debe revisar el mecanismo de control, pues evidencia fallas estructurales. “No hay comprobantes que respalden las sanciones, y además es probable que algunas veces ocurran confusiones, por la forma en que están diseñadas las placas”, agregó la experta. También urgió a la municipalidad a que elabore campañas de educación vial y sobre las normas urbanísticas que rigen a la capital. “Hay poca señalización y no se han divulgado las áreas que tienen límite de velocidad. Siempre se multa al automovilista, pero las autoridades tienen mucha culpa en que se viole la ley”.

Investigación: Origen del problema La PMT reconoció tres causas del problema: Amílcar Montejo, de la PMT, reveló que en al menos cinco casos las placas de los automóviles sancionados fueron clonadas, y por ello tenían dos multas simultáneas. Pidió a los afectados denunciar el hecho en la Fiscalía, para agilizar una investigación judicial. Con las denuncias, la PMT detectó que algunos bancos del sistema no actualizan datos, y por ello las multas siguen apareciendo.

En el caso de los parquímetros, la comuna evidenció que los conductores entregaban a un cuidacarros el dinero para depositar en el aparato, y éstos no lo hacían. En la zona 4, la PMT descubrió a uno de estos cuidadores con 40 infracciones. Los propietarios de los vehículos no se enteraron de que habían sido multados.